En Notas de Prensa

Documento para descargar: para-el-ngelus-2020-04-28

El viernes de la semana pasada se leyó el signo de la multiplicación del pan, que narra el capítulo 6 del evangelio según san Juan. La lectura se interrumpió cuando la gente, entusiasmada, aclamaba a Jesús como Profeta e incluso pretendía proclamarlo Rey. Ante el riesgo de que interpretasen torcidamente su mesianismo, Jesús se retiró a la montaña él solo, mientras los discípulos embarcaron para alcanzar la otra ribera del lago y llegar a Cafarnaúm. Este evangelio se reanudó ayer y se seguirá leyendo durante toda la semana (Jn 6, 22-69).

La conversación de Jesús con la gente, en la sinagoga de Cafarnaúm, se fue tensionando progresivamente: Jesús empezó llamando su atención sobre el hecho de que no habían entendido la multiplicación del pan como un “signo”, sino que todo su interés se había centrado en comer y saciarse: “Me buscáis no porque habéis visto signos, sino porque comisteis pan hasta saciaros”; y añadió: “Trabajad no por el alimento que perece, sino por el alimento que perdura, el que os dará el Hijo del Hombre”. El hombre tiene hambre de algo más, necesita algo más que el pan de cada día, pero le cuesta aceptarlo. Los judíos, al reconocer a Jesús como el Profeta que tenía que venir al mundo, equipararon a Jesús con Moisés, que en el desierto había alimentado al pueblo con el maná, y esto ya era algo, pero debían llegar más lejos: reconocer que Jesús era más que Moisés; por eso, Jesús les advirtió: “Os aseguro que no fue Moisés quien os dio pan del cielo, sino que es mi Padre el que os da el verdadero pan del cielo… Yo soy el pan de vida. El que viene a mí no pasará hambre, y el que cree en mí nunca pasará sed”.

Además, después de superar el deseo de saciar sobre todo el hambre material, todavía hay que dar un paso más: creer que Jesús ha sido enviado por el Padre y es su Palabra viviente, que se hizo carne para la vida del mundo: una carne y una sangre que puede ser comida y bebida en la Eucaristía, tal como él mismo anunció a lo largo de aquella conversación: “En verdad os digo que si no coméis la carne del Hijo del Hombre, y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros. El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna y yo le resucitaré el último día”. Los judíos debían reconocer ?y nosotros también? que la Eucaristía ?memorial y actualización de su pasión? es el gran encuentro permanente de Dios con los hombres, en el que el Señor se entregó, y se entrega “hasta el extremo”, como el alimento que sostiene nuestra vida. Entonces, muchos reaccionaron diciendo: “Es duro este lenguaje. ¿quién puede escucharlo?”, se volvieron atrás y dejaron de andar con él.

Al final, Jesús preguntó a los Doce: “¿También vosotros queréis marcharos?” Pero Simón Pedro respondió sin pestañear: “Señor, ¿a quién vamos a acudir? Tú tienes Palabras de vida eterna”. Tal vez nosotros, por el dolor, los miedos y el cansancio que la pandemia nos produce, estemos tentados de abandonar nuestra confianza en Jesús. La reacción de Pedro nos anima a sostener nuestro esperar, a desear esa Eucaristía, en la que ahora no podemos participar plenamente, y a confiar en que la esperanza en Jesucristo no defrauda. Digámoslo de corazón con las palabras del salmo 15:

Protégeme, Dios mío, que me refugio en ti;
yo digo al Señor: «Tú eres mi bien.»
Los dioses y señores de la tierra
no me satisfacen.
Multiplican las estatuas
de dioses extraños;
no derramaré sus libaciones con mis manos,
ni tomaré sus nombres en mis labios.
El Señor es el lote de mi heredad y mi copa;
mi suerte está en tu mano:
me ha tocado un lote hermoso,
me encanta mi heredad.
Bendeciré al Señor, que me aconseja,
hasta de noche me instruye internamente.
Tengo siempre presente al Señor,
con él a mi derecha no vacilaré.
Por eso se me alegra el corazón,
se gozan mis entrañas,
y mi carne descansa serena.
Porque no me entregarás a la muerte,
ni dejarás a tu fiel conocer la corrupción.
Me enseñarás el sendero de la vida,
me saciarás de gozo en tu presencia,
de alegría perpetua a tu derecha.

Pedro Escartín Celaya

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