En Cartas de nuestro Obispo

Como ya os adelanté hace dos semanas, quiero compartir con vosotros las palabras de la madre abadesa de las Clarisas, sor Alegría Zarroca, que en el folleto de las unidades pastorales explica de forma certera cómo una inspiración no solo se proyecta, sino que se confirma y se concreta. Aquí, en nuestra diócesis. Lo explica así y lo reproduzco literalmente:

La inspiración se proyecta
Con fecha 4 de septiembre de 2015, llegaba a nuestras manos un escrito del nuevo Obispo de nuestra Diócesis de Barbastro-Monzón, D. Ángel Javier Pérez Pueyo, con el título «Barbastro-Monzón en “Clave de sol”», ¿se trataba de la inspiración de un proyecto cuyo objetivo sería anunciar, con hechos y palabras, la Buena Noticia a todas las personas y congregarlas en un solo pueblo (comunidad eclesial)?

El proyecto se esbozaba con la imagen de una “gran y única orquesta” como sueño del nuevo Obispo, para los primeros años de su pastoreo entre nosotros. Los instrumentos, como instrumentos de la “orquesta de Dios”, son las propias personas, agrupadas en tres grandes familias: laicos, consagrados y ministros ordenados (como si de cuerda, viento y percusión se tratase). Dios nos ha invitado a formar parte de esta “orquesta diocesana” en nuestro caso. Formar parte de una orquesta implica “afinarse y armonizarse” con los demás instrumentos de la misma y de las diferentes familias musicales.

«Perdonad mi osadía, pero esta va a ser mi sugerencia: invitaros a todos los agentes de pastoral a poner a nuestra Diócesis en “clave de SOL”», nos propuso nuestro Obispo. Al término de su escrito nos ofrecía el ejemplo de cómo articular este proyecto en nuestras parroquias, “articular una parroquia evangelizadora en clave de Sol, en clave misionera, de comunión y misión”.
Una inspiración como eco de las palabras, invitaciones y propuestas tan ansiadas y, por lo tanto, escuchadas con frecuencia al Papa Francisco hablándonos de la “sinodalidad”.

¿Qué es la sinodalidad? Algo muy evangélico: caminar juntos, laicos, consagrados y pastores junto al Papa… y esto debe predicar la Iglesia, exhortaba, no hace mucho, un cardenal de
nuestra Iglesia española. Estamos en Sínodo, sí, pero la sinodalidad nos debe impregnar. El camino de reestructuración, corresponsabilidad, trabajo en equipo e impulso misionero es el signo más
inequívoco de nuestra apuesta sinodal en la diócesis.

Con mi afecto y bendición,

Ángel Pérez Pueyo

Obispo de Barbastro-Monzón

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