Hace cincuenta años Mosén Lázaro, de Albalate, cuando estuvo de cura en Monzón, fundó la Asociación Virgen de los Ríos (Rasal). Sus estatutos fueron aprobados canónicamente el 16 de noviembre de 2022. Este sacerdote diocesano creyó en los jóvenes y creó unos grupos de fe y de vida para que pudieran crecer como personas. Aunque nunca le llegaré a la suela del zapato, esta ha sido también mi obsesión: ofrecer a los jóvenes un verdadero «microclima» donde puedan ser ellos mismos, libres, felices y auténticos, reflejo fiel de su gran influencer, Jesús de Nazaret.
A través de una elocuente historia, la oruga que se transformó en mariposa, quiero expresar claramente a los padres que sus hijos están llamados a ser «mariposas» que vuelen hasta la cima de la»gran montaña» y no gusanos que se arrastren por la vida mendigando la felicidad que sólo Dios les puede ofrecer si entregan su vida por los demás.
– «¿A dónde vas tan sofocada», preguntó el saltamontes a la oruga?.
– «A la cima de la «gran montaña». Anoche tuve un sueño hermoso.»
– «¡Estás loca! Una simple piedra se convertiría para ti en una montaña, un charco en un océano y cualquier tronco en una barrera infranqueable. Ni lo intentes.»
El gusanito, haciendo oídos sordos, siguió caminando. La araña, el topo, la rana, la flor… le aconsejaban igualmente que desistiese.
-«¡No lo conseguirás jamás!», repetían por activa y por pasiva.
En su interior, sin embargo, sentía un impulso que lo obligaba a continuar. Extenuada, a punto de morir, decidió descansar y construyó un capullo donde pernoctar.
Los animales del valle fueron a visitarla. Con ironía comentaban: aquí yace el animal más loco. Ha cavado su propia tumba como monumento a la insensatez.
Una radiante mañana, los animales del bosque quedaron atónitos al ver cómo de aquel capullo emergía una hermosa mariposa que emprendió vuelo hacia la gran montaña. Aquel sueño inalcanzable se hizo realidad y lo que parecía una advertencia para los más atrevidos se convirtió en el proceso necesario para que se gestase la verdadera metamorfosis y hacer realidad el sueño de Dios en su vida.
Ojalá que aquella siembra de ayer fecunde copiosamente nuestra Diócesis, consolide un equipo de jóvenes top-top que animen y coordinen la pastoral juvenil-vocacional diocesana y den vida al rincón joven que inauguraremos este curso en la Casa de la Iglesia.
Que el Señor bendiga a vuestros hijos para que se constituyan en verdaderos apóstoles de calle en nuestra diócesis.
Con mi afecto y bendición
Ángel Pérez Pueyo
Obispo de Barbastro-Monzón